Coahuilenses rehúsan ceder calles al crimen
Leopoldo Ramos
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 15 de diciembre de 2011, p. 40
Jueves 15 de diciembre de 2011, p. 40
Saltillo, Coah., 14 de diciembre. Aquí la gente se resiste a quedarse en casa por la inseguridad. De lunes a sábado muchos evitan andar por las calles, pero los domingos salen y recuperan espacios públicos.
Torreón se ha quedado sin vida nocturna debido a la violencia y lo mismo puede pasar en Saltillo. Pero los domingos es distinto.
Las calles son de la gente, no de los delincuentes, asegura Martín Reza, profesionista que camina con su familia y su mascota, Rofy, por las calles de Saltillo, que ese día se convierten en paseo peatonal.
Desde octubre de 2010 el gobierno de Saltillo cierra a la circulación vehicular el bulevar Venustiano Carranza y la calle Allende. Del lado norte de la ciudad hasta la alameda, en el centro histórico, las vialidades son ocupadas por caminantes, corredores, ciclistas y familias que recorren el trayecto de 14 kilómetros.
Las jornadas de la Ruta recreativa,como se llama el programa, duran de las 8 a las 13 horas y en promedio acuden a ellas 25 mil personas. Por la tarde las calles del centro histórico de la capital también están reservadas a los peatones, como parte del proyecto La calle cobra vida.
Estas medidas se replican en Torreón. donde cada domingo una muchedumbre tapiza el paseo Colón.
Era un proyecto temporal, pero ante la respuesta de la gente decidimos hacerlo permanente. La gente viene a hacer ejercicio, a convivir con los hijos; hay clases de pintura, manualidades y horticultura, actividades deportivas. La gente convive en familia y se relaja, dijo Jericó Abramo Masso, alcalde de Saltillo.
En Saltillo hay una considerable cantidad de parques y espacios para la recreación y el deporte, pero siempre será mejor tener más espacios para todos y las calles son el escenario, pues además se reduce la contaminación vehicular, se procura la activación física y se reactiva el comercio, consideró el edil.
En Torreón hay asesinatos casi todos los días. Cadáveres mutilados y cabezas cercenadas amanecen colgadas de puentes peatonales. En Saltillo la gente se ha ido acostumbrando al terror por los tiroteos fuera de escuelas, recurrente campo de batalla de pistoleros.
La Comarca Lagunera es la novena zona metropolitana del país. Abarca territorios de Coahuila y Durango, a los que divide el lecho seco del río Nazas. Aquí habitan casi 1.5 millones de personas que a diario están bajo fuego.
Domingo en la calle Victoria, en el centro histórico de Saltillo, CoahuilaFoto Leopoldo Ramos
Jesús Torres Charles, fiscal general de Coahuila, tiene una explicación sencilla: de este lado del río están Los Zetas, del otro, el cártel de Sinaloa, dos de las principales bandas del narco que pelean por territorios para la venta y trasiego de drogas hacia la frontera con Texas.
En la capital del estado pelean Los Zetas y sus ex aliados del cártel del Golfo.
En Coahuila la desaparición forzada de personas sin vínculos con la delincuencia va en aumento. El Centro de Derechos Humanos Fray Juan Larios, de la diócesis de Saltillo, tiene registrados 206 casos desde 2007, 108 en 2010 y 98 en lo que va de 2011.
El 14 de octubre el Ejército Mexicano rescató a 61 varones retenidos en una casa de Piedras Negras. Sus captores pretendían convertirlos en sicarios e informantes de células criminales en Coahuila y Tamaulipas.
La asociación civil Fuerzas unidas por nuestros desaparecidos en Coahuila supo que las víctimas eran migrantes de Oaxaca, Guerrero, Chihuahua y Zacatecas, además de un hondureño.
El crecimiento de la violencia en Coahuila se puede medir en las estadísticas del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Los homicidios aumentaron 11.5 por ciento y las denuncias por secuestro 81.3 por ciento entre 2009 y 2010.
Los pistoleros han dejado claro que su violencia no tiene límites. Usualmente se enfrentan a balazos por la noche, pero las escaramuzas también ocurren de día y algunas coinciden en momentos y lugares donde hay mucha gente.
El 20 de agosto había unas 25 mil personas en el estadio Territorio Santos Modelo de Torreón, donde se efectuaba el partido de futbol entre los locales Santos Laguna y los Monarcas de Morelia.
De pronto, fuera del estadio, un grupo atacó a balazos y con granadas a policías que controlaban el tráfico. Dentro, el público se escondió entre las butacas y los jugadores corrieron a los vestidores.
El 12 de octubre el norte de Saltillo amaneció en medio de una balacera que empezó a las 7 horas. Pánico en salones de clase de primaria y secundaria. Todos al suelo. Así hasta antes del mediodía.
Pero cada domingo, miles de coahuilenses como Martín Reza se sacuden el miedo, con la idea de que la adaptación de espacios públicos es una buena herramienta para contrarrestar la creciente inseguridad.
Tenemos que entender que nosotros somos más y quienes deben replegarse son ellos, los violentos, aseguró.
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